Andy Therapy

A la edad de 17 años, tuve el privilegio de convertirme en discípulo de un monje budista y médico internista chino, quien me introdujo al fascinante mundo del Masaje Tuina. Esta modalidad de masaje clínico me proporcionó las herramientas necesarias para abordar patologías comunes como el dolor de espalda, las alteraciones del colón, las cefaleas y los cuadros de estrés.

Con el paso de los años, comencé a utilizar el sistema de Medicina Tradicional China, que me brindaba sistemas de evaluación y tratamiento, así como un enfoque holístico que considera cada aspecto como un todo interconectado y no como la simple suma de sus partes. A través de esta perspectiva, tuve la oportunidad de ayudar a cientos de pacientes a recuperar su salud en diversas patologías crónicas.

A los 27 años, ya había construido una sólida cartera con más de 3,000 pacientes. Durante ese período, me centré en la formación de un equipo y fundé Biocentro, un centro de bienestar con tres sucursales en distintos puntos de la zona oriente de Santiago.

A mis 34 años, ocurrió mi auténtico despertar. Hacía apenas un año que había dado la bienvenida a mi pequeña hija, Sofía Belén, y tanto mi pareja como yo disfrutábamos de la libertad financiera. Sin embargo, todo cambió drásticamente cuando la pandemia llegó a Chile. En tan solo una semana, todo lo que habíamos construido se desmoronó. En medio de este contexto inicialmente devastador, fue cuando descubrí el verdadero propósito de mi vida.

Llevo 3 años durmiendo un máximo de 7 horas diarias, despertando sin despertador, pletórico de energía y rebosante de creatividad como nunca antes. Hoy en día, y a pesar de que mis desafíos actuales son más complejos que antes, aprendí a abrazarlos y celebrarlos ya que me dan la oportunidad de poner en práctica la flexibilidad y creatividad.

Hoy en día cuento con una dirección clara que guía mis pensamientos, decisiones y acciones, que garantizan mi satisfacción personal. Hoy aprendi a surfear las olas de la vida, que cambian de dirección todo el tiempo, pero que ya no afectan mi propia dirección.
Hoy en día tengo claridad de que mi propósito es ayudar a los demás a recuperar su libertad, poder personal y aportar a que todos alcancemos la felicidad que tanto anhelamos..